
La vicepresidenta de la Reserva Federal, Lael Brainard, no quiere que los mercados piensen que el banco central está ablandándose. En una entrevista con la cadena CNBC, Brainard explicó hoy que los planes de subir medio punto los tipos de interés en las próximas dos reuniones son "razonables", y tiró por tierra las esperanzas de las 'palomas' de tomarse un descanso en las alzas hasta el otoño después de las dos ya programadas. "En este momento es muy difícil entender los motivos para tomarse una pausa. Todavía tenemos mucho trabajo por hacer para reducir la inflación a nuestra meta del 2%", aseguró.
Desde la última reunión del Comité de Mercados Abiertos de la Fed, en la que se acordaron las dos nuevas subidas para junio y julio, las 'palomas' han empezado a pedir un descanso. El presidente de la Fed de Atlanta, Raphael Bostic, ha sugerido que una pausa en septiembre podría tener "sentido". Pero el comentario de Brainard dejó claro que los halcones siguen al frente de la institución.
"Creo que prácticamente nadie apoya un parón, aparte de Bostic", opina Stephen Stanley, economista jefe de Amherst Pierpont Securities. "Parece que hay un grado inusual de consenso en el comité en este momento, lo que no es sorprendente porque el curso de acción, al menos a corto plazo, es bastante obvio".
Las actas de la reunión de mayo de la Fed indicaban que el ritmo de endurecimiento de la política sería más rápido de lo esperado de entrada para darles la posibilidad de relajarlo más adelante, si fuera necesario. Brainard se hizo eco de este deseo de flexibilidad y calificó de "difícil" predecir qué debería hacer la Fed a partir de septiembre.
"Si no vemos una desaceleración clara en los registros mensuales de inflación, si no vemos que una parte de la demanda disparada comienza a enfriarse un poco, entonces lo lógico será mantener el ritmo en la siguiente reunión", dijo. "Si notamos una desaceleración de los precios en los datos mensuales, podría tener sentido avanzar a un ritmo un poco más lento", sugiriendo una vuelta a las subidas de cuarto de punto.
Brainard espera que crezcan las señales de debilidad en la economía según avance el endurecimiento de la política monetaria
La invasión rusa de Ucrania y el parón económico provocado por los confinamientos estrictísimos en China han enredado aún más las cadenas de suministro globales, lo que complica la batalla de la Fed contra la inflación. "Quiero ver una serie constante de cifras mensuales de desaceleración en la inflación subyacente antes de sentirme más segura", dijo. "Desde luego que vamos a hacer lo que sea necesario para que la inflación vuelva a bajar. Ese es nuestro desafío número uno".
Brainard cree que los datos recientes sobre la economía han sido más bien mixtos, y que esperaba que crecieran las señales de debilidad en la economía según avance el endurecimiento de la política monetaria. "Esperamos ver un cierto enfriamiento de la economía, que sigue estando muy fuerte. Y observaremos de cerca los datos para ver si se repite ese enfriamiento en la demanda y en un mejor equilibrio en el mercado laboral", dijo. Y tiene esperanza de que no haga falta una recesión para estabilizar la economía: "Hay un escenario en el que podríamos ver un enfriamiento de la demanda, una reducción de la inflación y un mercado laboral más equilibrado sin dejar de tener un crecimiento económico fuerte".